13/3/09

Los toros otra vez... y la caza

sábado 27 de marzo de 2010

Cambio de Tercio

Cambiemos el tercio para hablar del debate sobre los toros. Mi opinión es que no es un debate que esté en la sociedad. Que es más debate de élites que de bases. Y que cuando hay tantas cosas sobre las que discutir y resolver, parece un lujo hacerlo sobre la fiesta de los toros. Ya he dicho que para Extremadura representa, además de una tradición en muchos pueblos, un recurso económico y una manera de contribuir al ecosistema de la dehesa, a su equilibrio y a su rentabilidad, que de todo debe haber. (...)

Un abrazote

Guillermo
Raimundo dijo... 
 
Sr. Presidente, he visto una corrida de toros en mi vida. Me gustó.

He visto matanzas caseras de cerdos. He visto la matanza industrial de un matadero. No me gustó.

¿Tengo derecho a exigir que se prohíban los mataderos porque no me gustan? Su espanto.

No. Alguien podría pasar hambre.

Se trata de aplicar la ética, siempre universal. No de imponer gustos morales particulares (de clase, de cultura, de educación)

Los chinos comen perros. Nosotros tenemos clínicas y peluquerías caninas. En Darfur las chuletas de perro tendrían más sentido. Ético. Universal.

¿Vamos a prohibir que los chinos coman perro? ¿O prohibiremos las peluquerías caninas? Son más éticos los chinos que nosotros.

Cuestión de costumbres, de poder.

En Europa, millones de perros-lobo viven en pisos. Pasto de la depresión. Sufren encerrados. Se ve.

¿Se debe prohibir ese encierro brutal de los grandes perros, darles una mala vida?

No. Sufren, pero su compañía remedia la soledad de muchos ciudadanos. Una necesidad humana (universal).

El boxeo es brutal. No suele tolerarse en los colegios. El taek-wondo (¡un arte marcial!), se practica en muchos. Un puñetazo es violencia ¿Y una patada? No. Uno es deporte de barrio, el otro de clase media. Cuestión de clase, de poder, de visibilidad.

Matamos a los animales para comerlos. Es universal. Es ético. Sin ese aporte de proteínas, muchos humanos enfermarían.

Y se matan de la manera más barata posible. Y atroz. Se les abre en canal con sierras mecánicas, en los grandes mataderos.

Si fuera pública la entrada a la matanza industrial, y millones de personas quedaran horrorizadas ¿tendríamos derecho a prohibir los mataderos? A parar el espanto.

No. En Darfur, un matadero de sierras mecánicas sería bienvenido.

Nos comemos millones de animales, y unos pocos después de torearlos. En Barcelona, unas docenas de toros al año, y miles de bueyes. Se prohíbe el chocolate del loro. No es ético. No es universal.

Sucede que allí, unos políticos quieren acuñar el toreo como ‘fiesta charnega… e importada’. A desterrar. Cuestión de imponer identidades. De quitarlas. Cuestión de clase. Dominante.

¿Tiene alguien derecho a prohibir el toreo? En Darfur les iría bien el espectáculo, y el posterior reparto de la carne de los morlacos.

Si se prohíbe el toreo, el boxeo, la compañía de los perros, el churrasco de buey, o de perro… alguien saldrá perjudicado.

Yo, los andaluces, los niños de barrio, los ancianos, los refugiados, los chinos…

No es por ética. Es una cuestión de gusto, de clase, de poder, de hipocresía social.

Un saludo (y perdón por la extensión).

"Jonathan Safran Foer, uno de los autores estadounidenses más brillantes de su generación, ataca en el ácido 'Comer animales' a la industria alimentaria de la carne. (...)

La entrevista tiene lugar en una pastelería de Park Slope, en Brooklyn, una mañana de sol espléndido. Allí, lejos de cualquier rastro cárnico, Safran Foer explica que desde niño le atormenta que los seres humanos comamos animales.

"Y nunca he sabido resolverlo, prefería mirar hacia otro lado, pero cuando mi mujer se quedó embarazada me di cuenta de que tenía que afrontar el problema por mi hijo, lo cual me llevó a investigar el fondo ético del tema.

Me pasé dos años leyendo y viajando por todo Estados Unidos, visitando furtivamente granjas de animales y mataderos. Cuando comemos carne nadie se plantea qué hay detrás de un acto así, qué ocurre antes de que lo que comemos llegue al plato".

-¿Cree que las industrias cárnicas someten a los animales a un sufrimiento innecesario?

-Si de lo que se trata es de vender hamburguesas a un dólar, tienen que actuar necesariamente como lo hacen. Tolstói decía que si no hubiera mataderos habría campos de batalla, pero yo no estoy de acuerdo. En cuanto a la cuestión del sufrimiento animal, es difícil saber a qué atenerse.

Mucha gente piensa que preocuparse de algo así es una actitud sentimental. Si te importa el sufrimiento de los animales eres un tipo blando. Obviamente hay una inteligencia y una sensibilidad animales, aunque no sepamos cómo representárnosla.

Para mí la cuestión no es tanto que se deje de comer carne radicalmente, sino que haya una conciencia pública de cómo opera la industria cárnica y saber qué consecuencias tiene en innumerables ámbitos, desde la salud al medio ambiente.

Hay que cambiar de manera dramática nuestros hábitos de consumo. Lo que hacemos es atroz." (Un escritor contra las hamburguesas. El País, 16/04/2011, p. 36)

"País Vasco y Cataluña: cuestión de carácter.

Ante la polémica sobre la abolición de las corridas de toros en Cataluña, muchos aficionados se hacen la siguiente pregunta: ¿por qué en el País Vasco se protege la Fiesta y en Cataluña se ataca hasta el punto de pretender acabar con ella?. La respuesta puede ser muy sencilla y al mismo tiempo muy compleja. El País Vasco siempre se ha destacado por su carácter emprendedor. (...)
La razón por la que en el País Vasco se protege la Fiesta, al margen de ser un espectáculo que genera beneficios económicos, es porque allí se considera como algo propio, independientemente de si es la Fiesta Nacional Española o no. Esa consideración hace que los toros formen parte de la cultura del vasco con el mismo sentido que el andaluz, el extremeño o el francés.

Por cuestiones de cultura e Historia, la fiesta de los toros está arraigada en el País Vasco desde el siglo XVI. Ya en el XVIII se institucionalizaron los festejos taurinos de carácter ordinario y extraordinario con el fin de celebrar cualquier acontecimiento religioso, político o militar, siendo el evento taurino una manera de rendir pleitesía a reyes, ministros y personajes notables de la villa.

En Bilbao se tiene constancia de la realización de las primeras corridas desde que en las siete calles se abriera la arena del primer coso de San Antón, así llamado por encontrarse ubicado junto a la Iglesia del mismo nombre, donde se utilizaron como palcos de honor los balcones del Ayuntamiento y el Consulado y, como tendidos, las arboladuras de los navíos que se acoderaban a la Ría.
(...)

A diferencia del País Vasco, en Cataluña la cuestión de la abolición de las corridas es algo de lo que se ha aprovechado una serie de políticos acomplejados que están en contra y lejos de considerar la Fiesta como parte de su patrimonio cultural, la desprecian, en parte por puro desconocimiento. (...)
¿Que por qué se protege la Fiesta en el País Vasco y no en Cataluña? Por una cuestión de cultura, historia y falta de complejos. No se trata de si los vascos somos fanfarrones o no, sino que lejos de intentar destruir algo, el vasco siempre apuesta por construirlo y enaltecerlo. Por encima de la política están la Historia y la cultura. No dudo de que en Cataluña sean así en muchos aspectos pues ahí queda para recordar la gran Olimpiada del 92 y otros proyectos que dan fe de la categoría del catalán para el trabajo y para hacer cosas grandes.

Pero a quienes aman la Fiesta de los toros les han dejado solos (más aún desde la puntilla del PSOE con eso del voto libre), porque la política ha ganado la batalla a la Cultura y a la Historia y eso sólo es posible cuando la ignorancia se instala entre quienes ostentan el poder, en este caso, en el Parlamento.
(...)

(Covadonga Sáiz Bernuy es historiadora y directora de los encuentros taurinos En Corto y Por Derecho de Bilbao) (Fundación para la Libertad citando a EL MUNDO, 28/7/2010)

No hay comentarios: