23/4/08

Escribir largas parrafadas en el blog ¿Se puede? ¿Se debe? Y la enseñanza en catalán, en gallego, en vasco...

Raimundo dijo...

Sr. Presidente, aparecen quejas reiteradas sobre las largas crónicas que escribimos unos cuantos (y yo el primero). Me acojo al derecho de réplica. Veamos en un comentario corto-alargado el porqué escribo textos largos. Porque la estructura de este blog lo permite-exige.

Imaginemos una entrada en un blog normal. Por ejemplo sobre la extraordinaria observación del señor Ernest Maragall (Ver aquí)
acerca de los niños catalanes que no hablan castellano. El administrador de un blog normal propondría una serie de medidas para enfrentar esta debacle cultural (bien conocida por los allí emigrados). Entre ellas, por ejemplo, que todo opositor a la administración extremeña empadronado en Cataluña o País Vasco (las sumergidas) supere un examen de español (en el acostumbrado nivel C; tres acentos mal puestos, suspenso).

Necesitaría una larga parrafada para convencer a los catalanes de la justa reciprocidad de la medida. Larguííísima.

Y entrarían en el blog ululantes exclamaciones, cortííísimas…

En este blog se comenta al revés. La propuesta la hace el sr. Presidente en un breve enunciado “hablemos de las guardería, de los idiomas, hablemos de los horarios…”

Y somos los comentaristas quiénes nos explayamos, con soluciones. Muchas veces, necesariamente largas. Ejemplifico con algunas:

Propuse instalar guarderías debajo de las gradas de los estadios de fútbol. Propuse que se monten clases particulares de inglés en La India para los alumnos extremeños, y no me retracto (Ver el comentario de las guarderías
y el del inglés).

No me negarán los amantes de la brevedad que este tipo de medidas requieren de una prolija aclaración. De un texto largo, suficiente y preciso. O me encierran.

Este blog exige trabajar, no desembuchar. Leo 40 o 50 comentarios, los resumo, elijo mi punto de vista, redacto, lo envío.

Otra cosa es que la interfaz del Blogger sea especialmente molesta para la lectura. Poco se puede hacer. Si se clickadónde pone “comentarios” se lee en una banda muy estrecha. Si se clickasobre el título de la entrada, la banda es un poco más ancha.

Es lo que hay. Textos largos para soluciones, cuando menos, elaboradas.

Y en los otros blogs, comentarios cortos para desahogos irritados.

Un saludo a todos

Puntos de vista y ... nada más dijo...

La prueba de castelano la pondría a todo el mundo. Podría ocurrir que catalanes supieran mejor el castellano que gente de aquí. Las lenguas se pueden aprender, no son un impedimento legal ni un motivo de discriminación.

saludos

Raimundo dijo...

Estimado CB:

Perdona el retraso en contestarte, pero no me di cuenta de tu comentario hasta verlo en el correo electrónico (que leo discontinuamente).

Es evidente que muchos catalanes utilizan el castellano perfectamente. Pero también lo es el hecho de que no lo pueden utilizar en unas oposiciones a la administración autonómica catalana.

A esa discriminación me refería. Cualquier discriminación en razón de lo que sea, en este caso del catalán (como lo fue del castellano antes) es fascismo, y mas concretamente, colonialismo.

Tengo amigos en Cataluña. Algunos argentinos (hijos de emigrantes gallegos que a su vez se vieron obligados a emigrar por causas fundamentalmente económicas).

Sus hijos son discriminados en razón de lengua. Es imposible en toda Cataluña que sus hijos reciban algo más de tres horas en castellano. No hay papeles para pedirlo. Las conversaciones con directores de colegios, de trato correcto, sin obviar alguno insultante (se empieza a extender por Cataluña un prejuicio contra los sudamericanos; se dice que se resisten a aprender el catalán, cosa que no hacen los marroquíes), pero siempre desesperanzador (“no hay nada que hacer”).

Esto supone un retraso, no para todos, pero sí para algunos de sus hijos, que no se adaptan a esta imposición. Y sus padres tienen que quedarse con los brazos cruzados, porque no hay nada que hacer contra el retraso impuesto a sus hijos poco sueltos en lenguas.

Es discriminación de clase. Se hace para impedir que los privilegios de una élite nacionalista se vean afectados. Y no lo digo basándome exclusivammente en mis observaciones, sino en un gran artículo periodístico, el de Pablo Ximenez de Sandoval:¿Está perseguido el castellano? en el que se cita, nada menos que a Ernest Maragall, diciendo lo que todo el mundo conoce, que hay niños catalanes que solo chapurrean el castellano (y a nadie le interesa el gran perjuicio que pueda suponer para ellos, para sus derechos).

Y el de Antón Costas:Qué le pasa a Barcelonadónde se dice literalmente “que ha habido una utilización de la lengua por parte de las nuevas élites políticas y burocráticas para reducir la competencia y reservarse el acceso a los puestos de trabajo de la Administración, que es el gran empleador de Cataluña”.

Se impone el catalán para discriminar a los charnegos. Y la lucha contra esa discriminación no se debe dejar en manos del PP. Es su mejor baza electoral porque tiene razón, y eso es a la larga mortal para el PSOE, para su identidad, que es la lucha contra todo tipo de discrmininación. Aunque sea aceptada en su vivero de votos.

Un saludo


Puntos de vista y ... nada más dijo...

Raimundo. Lamento discrepar. Creo que el castellano es una lengua que se defiende sola. Es como si me dijeras que hay que proteger al inglés en Puerto Rico - territorio de los EE.UU. y con el inglés como lengua oficial- porque en las escuelas quieren usar la lengua autóctona como vehicular. En muchas ocasiones, creemos que los problemas de los adultos los van a tener los chavales. En Cataluña no sólo es imposible no aprender castellano sino que el bilingüismo les facilita enormemente la adquisición de varios idiomas. Si vas por Europa te darás cuenta de que los catalanes, en general, hablan con facilidad más idiomas que el resto de españoles. Es cierto que el bilingüismo retrasa el dominio perfecto de la ortografía frente a los monolingües, pero las ventajas merecen la pena. Sé que me vais a linchar más de uno, pero te aseguro como profesor de lenguas que si un día me voy a vivir, aunque fuera por un par de años a Cataluña, querría que mis hijos se integran en el sistema que usa la lengua autóctona como vehicular. Crear dos líneas sería poco conveniente porque acabaría creando unos ciudadanos incapaces de usar la lengua autóctona.

Ese modelo que propiciáis es el que ha provocado que en Bélgica los flamencos hablen dos lenguas pero los valones sólo una. ¿Qué ocurre enm país vasco? Que el modelo todo en castellano con euskera como asignatura se ha quedado reducido a a los inmigrantes de fuera y, al final, los hijos de castellanohablantes españoles han acabado por llevar a sus hijos al modelo D.

En cualquier caso, es un tema para hablar muy detenidamente y discrepasr, si es necesario. Pero las lenguas no son mejores ni peores: cuantas más sepamos todos, mejor


Un saludos

Raimundo dijo...

Estimado CB:

Perdona el retraso en contestarte, pero este fin de semana no pude acercarme a un ordenador.

Expongo mis argumentos desde el punto de vista de un alumno concreto, el único que contemplo. Y por extenso, aviso:

A los puertos gallegos están llegando marineros indonesios (que presumiblemente hablen algún dialecto javanés). El que tenga hijos querrá que estudien en inglés y en castellano. No querrán sobrecargarlos con el gallego, por miedo a las malas notas (es de suponer).

Si se marcha a Cataluña, porque ha encontrado un trabajo mejor pagado (y de menos riesgo) querrá que siga estudiando en castellano, y no en catalán. Por lo mismo. Es el derecho de ese niño (ya que es imposible que estudie en su lengua materna) elegir lo mejor para él. Lo más útil.

Pues no puede ser. En Galicia estudiará la mitad de las asignaturas en gallego. Y en Cataluña, todas en catalán. Si este traqueteo lingüístico se traduce en malas notas, compromete su futuro ¿Con qué derecho?

Este marinero vive, trabaja y paga sus impuestos aquí. No viene a salvar el gallego. Que muera o viva le trae sin cuidado. Quiere que su hijo salga adelante.

El derecho de su hijo a elegir el idioma que más le convenga no puede ser sacrificado en el altar de un idioma moribundo. Él no tiene la culpa.

Lo que pase con el catalán, con el vasco, con el gallego será lo que quieran sus hablantes, pocos o muchos. Si prefieren el castellano, por vagancia, por lo que sea, nadie lo podrá impedir. No se puede poner puertas al campo.

Nadie pide que el catalán sea expulsado de la escuela, se pide que los alumnos charnegos o inmigrantes sudamericanos, de lengua materna castellana, puedan elegirla para aprender. Y si es malo para el catalán, mala suerte, pero los derechos del niño inmigrante están por encima del destino de los idiomas.

Un niño puertorriqueño debe aprender en su lengua materna, español, pero a nadie en su sano juicio se le ocurriría privarle del inglés. Sería criminal. Pero lo que dice Ernest Maragall es que hay niños a los que se les priva del español. También un crimen. Ninguna salvación justifica eso. Ni la del español en Puerto Rico, ni la del catalán en Olot.

Si un padre quiere que su estudie en castellano, será porque le parece que es lo mejor para él. Si otro padre quiere que estudie en catalán, será por lo mismo. Es justo. Que los dos puedan elegir.

Me da igual que el castellano se convierta en un spanglish, o no, que el gallego se convierta en un portuñol, o no. Son movimientos lentos e irremediables, que trascienden a los individuos. Unas lenguas mueren y otras nacen. Ningún niño tiene la culpa de eso.

¿Qué sucede en clase? Esa es la cuestión. El profesor debe proteger el derecho de los niños a aprender de la mejor forma posible. Como sabe hablar las dos lenguas, no hay ninguna dificultad en enseñar en catalán a los catalanofalantes, y en castellano a los castellanofalantes. No es necesario un doble sistema escolar cuando los profesores hablan los dos idiomas (que son muy parecidos entre sí, como lo son castellano, catalán y gallego. Del caso vasco hablaré al final).

Yo he vivido la experiencia de los profesores que impedían hablar a los hijos de los campesinos en gallego. Durante el franquismo. Lo que oigo de Cataluña y País Vasco (esperemos que no llegue a suceder en Galicia) es lo mismo. Fascismo.

Si un niño le hace una pregunta en su lengua materna al profesor, sea en gallego, en castellano o en catalán, y éste se niega a contestarle en ella, a pesar de hablarla, está haciendo lo mismo que vi hacer durante el franquismo, humillar al niño pobre. Y eso es lo que jamás debe hacer un profesor. Me parece evidente. Son situaciones idénticas. Porque lo fundamental no es Franco o Pujol, es el niño agredido.

¿Y cuando el profesor no domina el vasco, porque es muy difícil? Pues ha pasado lo siguiente:

“Exceptuando las ikastolas, sólo el 5% del profesorado era entonces (en 1982) capaz de impartir clase en vasco -un porcentaje que ahora asciende al 80%”:(Ver aquí)

O sea que profesores talluditos de matemáticas, historia, ciencias, etc… aprobaron los cursillos de capacitación, pero al explicar en vasco siguen traduciendo del español. Explican en un lenguaje pobre. Supongo que saltarán al castellano cada dos por tres, para que se les entienda. Resultado:

“Ya no se trata sólo de que los alumnos del modelo A (íntegramente en castellano) no logran ese nivel, sino que tampoco lo consiguen dos tercios de los estudiantes del modelo B (bilingüe) y un tercio del D (íntegramente en vasco), según la última evaluación realizada en 2005.”

Un tercio de los alumnos inmersos en el vasco no dominan el vasco. Un desastre consentido por razones políticas (básicamente, amenazas terroristas).

Porque no se explica de otro modo seguir con un modelo de enseñanza del vasco que no enseña vasco:

“Los socialistas advierten de que no se puede establecer un nivel B2 al terminar la secundaria cuando la última evaluación realizada con ese baremo a un grupo de alumnos para conocer su dominio del idioma cooficial se saldó con un importante fracaso. Sólo un 57% de los alumnos del modelo íntegramente en vasco, con el castellano como asignatura, superó esa prueba. Ningún estudiante del modelo en castellano, con el euskera como materia, consiguió siquiera superar una fase previa y únicamente un 33% de los alumnos de la línea bilingüe aprobó.” :(Ver aquí)

Modelo A (en castellano): 100% de fracaso
Modelo B (bilingüe): 67% de fracaso
Modelo D (en vasco): 43% de fracaso (Este 40% ¿Qué hará todo el día en la escuela, si no dominan el idioma de las clases? ¿Recurrir a manuales en castellano? )

Un desastre consentido. Irremediable a estas alturas. El idioma vasco tiene todos los números para desaparecer. Le echaron una mano, pero al cuello. Por muchas estadísticas que digan que se va salvando. Lo que cuenta es la próxima generación, la del modelo A, B y D, la que no lo entiende.

Un saludo.

Puntos de vista y ... nada más dijo...

Una pregunta simple.

¿Encontráis lógico que las escuelas de Puerto Rico usen el castellano como lengua vehicular, teniendo en cuenta que el inglés es una asignatura y es lengua oficial de la isla?

1 comentario:

Puntos de vista y ... nada más dijo...

La prueba de castelano la pondría a todo el mundo. Podría ocurrir que catalanes supieran mejor el castellano que gente de aquí. Las lenguas se pueden aprender, no son un impedimento legal ni un motivo de discriminación.

saludos